Ese adiós reza una soledad de preguntas, desconcierto, búsqueda, en un violín que quiere desnudar una ausencia. El chelo abraza esa confesión. Una apoteosis de sentimiento estalla en acordes pianísticos, en disonancias camarísticas. En una elegía de luces, de ecos urbanos, Nonino se va yendo al silencio. Juan Esteban Cuacci (piano y arreglos) y Pablo Agri (violín) junto a 11 talentosos intérpretes, nos regalan “Sin red”, un registro que incluye una docena de piezas (tres de Piazzolla y las restantes de Cuacci, Agri, Horovitz, Ballesteros, Navarro). El grupo de cámara bucea en un lenguaje de tango, que se enriquece con sones de otras vertientes (clásica, jazz), que crean atmósferas intimistas, paisajísticas. Se destacan Segundo Cuartango, Sol de otoño, Canción para Betty, Infinitamente. La versión de Adiós Nonino es una de las mejores escuchadas en los últimos tiempos. Música sin red para disfrutar con un bienbec compartido.